La Maga

Capítulo 1 (Rayuela)

¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.

                                                                                                                                                                               J.CORTAZAR            



Leer Rayuela se ha convertido en mi pasatiempos favorito en cuanto a lectura.
Cuando quiero leer algo y quedarme pensando,busco Rayuela lo abro en cualquier página como si fuera un juego,una apuesta o una señal.
Leo como si leyera un oráculo.
Hoy se me dió por abrir las primeras páginas y apareció este primer capítulo.Un preámbulo de la ensoñación que significa leer Rayuela.
Para que decir que cada vez que paseo por sus letras,Cortazar me hace sentir la protagonista,la que caminará una y otra vez por alguna callecita de París,Buenos Aires o Montevideo indistintamente.
Hoy vuelvo a ser La Maga,la que no necesita citas,ni papeles con reglones, ni horarios.
La que a la vuelta de cualquier esquina puede encontrar un pañuelo de seda que flota en el aire con aroma a plaza,o a un hombre que le cambie la vida para siempre.
Así de etéreo es su paso.
Tan etéreo que uno aprende que sí se puede vivir sin aferrarse a costumbres,lugares o gentes.
Por eso amo a Cortazar y a La Maga.
Amo su desapego y sus emociones que atraviesan el papel y se filtran por la piel.