Más allá de los espejos,un mundo paralelo,infinito,extrañísimo,ajeno.
Convivimos con ojos o ventanas que nos impiden ver pero que nos ven,de seguro nos observan.
No les extrañe oír agudos sonidos saliendo desde el interior de los espejos:_ son risas.
Ellos se burlan de nuestra vanidad.
Es sabido que poseen un catálogo de nuestros defectos mejor guardados,de nuestros ocultísimos secretos de alcoba y de todo lo que jamás mostraríamos en público.
Se pasan la vida viéndonos y riendo.
Por eso se aconseja no tener nunca frente a la cama un espejo.
Las risitas auyentan el sueño y crean malos entendidos, cuando por ejemplo las mujeres nos miramos frente al espejo con un vestido un tanto ajustado.Creemos que las risas provienen de "este lado" de la vida y nos arruinamos el día o la moral.
O cuando los hombres observan el tamaño de su miembro.Es una risa que no toleran y que les retumba en los oídos como una caja de alfileres.
Esas risas socarronas e insoportables de los espejos,que también podrían ser ventanas hacia mundos que nos son inimaginables,nos arruinan la vida.
En cambio para las entradas de las casas son útiles, pues alejan pájaros de mal agüero.
8 comentarios:
Que suerte tengo, no tengo espejo a los pies de la cama y si tengo uno en la entrada, y todo esto sin yo saberlo. Saltos y brincos
Muy interesante esa disertación sobre el espejo. Yo sólo me miro en él para afeitarme, porque no tengo otro remedio, pero procuro mantenerme alejado de esos artilugios. Colocar uno en la habitación es tentar al Diablo.
A veces nuestra propia visión es la visión, más desconcertante.
Abrazo
Muy muy bueno, me encantó.
Dolina en uno de sus textos dice que un día se vengaran los que viven del otro lado.
por otro lado Borges dice en un cuento que son abominables como la cupula, porque multiplican al hombre.
besos totales. Qué bueno cuando escribis así
los espejos nos hablan mucho mas de lo que podemos oir, todo cierto.
no sabia lo ultimo.
tendran lo suyo!
un saludo
Será ese su lugar entonces, en la entrada, un gran espejo.
Salud: por dentro y por fuera
Me gustan los espejos, pero por más que me miro, no consigo verme reflejado en ellos tal como soy: bello, hermoso, apuesto... En cambio encuentro siempre un tipo ajado y que me observa con cara de payaso trasnochado... ¿Sere yo? me pregunto a veces...
UN abrazo.
Esos objetos siempre dan qué pensar y mucho para escribir.
Saludos
J.
Publicar un comentario