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viernes, 26 de abril de 2013

REVOLVIENDO CAJONES

Siempre tuve manías extrañas.
No crean que lo de las peras al vino,la manía de coleccionar cosas,o algunas de mis tantas locuras me llaman la atención.
Ayer estaba en casa de mis padres sola,ya que como están de viaje me pidieron que regara las plantas.
Estuve mal porque tarde algunos días en ir y algunas plantitas ya estaban demasiado sedientas y caídas,pero más vale tarde que nunca.
Después de regar las plantas y revisar que todo esté en orden,se me ocurrió buscar cosas.
La casa de mis padres es como el tesoro de los piratas pero de chucherías,así que como estoy con la onda "vintage",decidí llevarme algunos souvenirs que seguramente no echarían de menos.
Lo que no imaginé,es que me reencontraría con escritos y objetos míos! Creia que ya me lo había llevado todo hace años,pero no.
Encontré una caja mágica que me condujo al pasado sin escalas!
Apareció el hada rosa,que siempre adornaba las tortas en mis cumpleaños.
Aparecieron cuadernos con cosas que yo escribía (cuentos y poesías).
Pero lo máximo (con perdón de mi hada rosa) fueron unos cuadernos que usaba a modo de diario íntimo.
Esos los había olvidado por completo porque conservo mi diario desde niña (forrado en cuero rojo,que me regaló mi abuela) y no recordaba que había otros más.
Les recomiendo escribir diarios.
Es increíble lo que se descubre de uno mismo leyéndolos años más tarde.
En algún momento voy a publicar algunas de las cosas que escribí porque son muy simpáticas e incluso muy profundas.
Me asombré de lo madura que era en la infancia y adolescencia!
Será por eso que ahora hago tantas pavadas y quiero jugar como una nena?
Será la revancha por haber sido precozmente madura?
De todas formas,fui feliz como era y ahora soy feliz como soy.
Creo que conocernos más nos ayuda a querernos más y ahora quiero mucho más a la que fui.
Me gustó encontrarme con que era muy decidida,que no bajaba los brazos y con que le encontraba lo positivo a las cosas.
Comparando con los adolescentes de ahora,creo que antes era más fácil ser feliz.
Retomando con el tema de los objetos retro y las cositas que me llevé sin permiso de la casa de mis padres,a cambio les dejé unas tacitas hermosas blancas con lunares rojos,unos individuales haciendo juego y algunas cositas para que comieran cuando volvieran del viaje.
Creo que se merecían el mimo por haberme conservado las chucherias de mi infancia y adolescencia por tanto tiempo!






11 comentarios:

Unknown dijo...

También soy de los que creen que en nuestra adolescencia teníamos más oportunidades de atrapar felicidades, no estábamos tan expuestos a los diversos tipos de contaminaciones (tecnologías, violencias, sociologías modernas, etc.)

Saludos.

omar enletrasarte dijo...

simpático relato,
saludos

Mario Misael Centeno dijo...

Yo he guardado un par de libretas de una época que siempre recuerdo a través de ellas... es muy acogedor leerlas y pensar cómo se me ocurrió escribir esto, es como un sueño que puedes recurrir a él cuando lo necesitas...saludos Sil del Sur... suerte.

LAO dijo...

no te preocupes amiga, creo que todos nos descubrimos siempre nuevas manías extrañas y precisamente eso es lo que nos hace interesantes.En lo personal, yo me divierto con las mías. ¡saludos SILDESUR!

Verónica O.M. dijo...

Qué bonito es cuanto has contado.
De jovencita escribía en un diario, dejé de hacerlo cuando supe que mi madre lo leía.
Besos, buen fin de semana

No quiero que sepas dijo...

suelo guardar algunas cosas y luego de años volver a verlas, pero mas disfruto buscando tesoros en las ferias, me gusto leerte fue un grata sensación!

Ester dijo...

Que bien que lo pasaste, revolviendo en tus recuerdos, reencontrándote con la niña que fuiste, seguro que saliste con una sensación de agrado de casa de tus padres.
Un abrazo

Arturo dijo...

SILDELSUR:
Ypusite a Patricia, el hada buena del bosque, la fotonovela de las primeros números de la revista Anteojito.
En casa de mi madre aun están algunos cuadernos de la escuela, que inicié en 1959...
Es muy lindo hallar esos tesoros de diez centavos de valor de mercado, pero invaluables para su propietario.
Verás qué interesante será tu opinión sobre esos diarios cuando llegues -como yo- a los sesenta; es decir, dentro de muchos, muchos años...
Te envío un gran abrazo.

Darío dijo...

Creo que los diarios, son más íntimos que las fotos... nos provocan ciertos escalofríos ... Un abrazo.

Michelle dijo...

que lastima no tengo ninguno, supongo que nuestros blogs seran algo similar denntro de unos años no?

Silvia Parque dijo...

También me gustó, en su momento, leer lo que escribí en mis diarios de niña y adolescente. Fue todo un descubrimiento -aunque yo no descubrí que fuera madura-. Luego me deshice de ellos.